Las nueve sinfonías de Beethoven son el ciclo sinfónico por excelencia. Cualquier aficionado ha de conocerlo y escucharlo habitualmente. Desde las dos primeras, el último coletazo del clasicismo, la revolucionaria tercera, la encantadora cuarta, la archipopular quinta, la magnífica pastoral, la tremenda séptima, la curiosa octava y ese monumento musical que es la novena. Se han grabado cientos de veces y hoy voy a recomendar algunos ciclos. Que conste que es una recomendación personal. En primer lugar un ciclo histórico, el del gran Furtwangler, más modernos imprescindible el de Szell y últimamente el de Jos van Immerssel. En medio el muy vitalista de Bernstein los magníficamente, cuatro, de Karajan o de Abbado con viena y el teutónico de Klemperer. Y después el inmenso legado de grabaciones sueltas de Celibidache, Giulini, ahora Dudamel, Knappertsbusch, Schurit, en fin lo que no hay son argumentos para no escucharlas.
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